Empecemos entendiendo que durante la mayor parte de la historia de la civilización, las personas vivían hasta los 40 años, si tenían suerte. Pero desde hace 200 años aproximadamente, los humanos hemos tenido el lujo de vivir más tiempo. Nuestra generación es la primera en esperar vivir el doble de la media histórica.

Según han demostrado numerosos estudios*, el desarrollo temporal de la felicidad de los seres humanos tiene forma de U. La mayoría de nosotros alcanzamos la cúspide de la felicidad durante la niñez y la juventud, pero esa felicidad puede disminuir hasta que alcanza su punto más bajo (la base de la U) en lo que llamamos la mediana edad, alrededor de los 40 años. Una década o dos más tarde, entre los 50 y los 60 años, el bienestar aumenta poco a poco, y en la vejez se recupera el grado de felicidad que se tenía de joven.

Pues bien, vivir más y seguir cumpliendo sueños tiene sus retos, y si algo hemos venido aprendiendo en los últimos años, es a afrontarlos viendo siempre el lado más amable de la historia. Como por ejemplo, ese tiempo extra para disfrutar en familia, o acabar la lista interminable de pendientes de la casa y por qué no, analizar cómo reorganizarnos y definir los planes a futuro o incluso retomar otros que hemos dejado pendientes hace algún tiempo.

Como te comentamos en el artículo pasado, la visión de largo plazo es nuestra brújula, y la clave para cumplir tus metas. Acá podrás encontrar unos pasos que pueden ayudarte a construir las bases de tu plan de largo plazo:

1. REVISA LA LIQUIDEZ Y CUÁNTO PUEDES DISPONER PARA ESA META:

Si ya organizaste tus finanzas y te sientes financieramente estable, puede que tengas un ahorro ya definido para metas de corto y mediano plazo, ahora tienes que destinar parte de tus recursos a un ahorro de largo plazo, puede ser en vehículos de ahorro/inversión que te permitan potencializarlos en ese periodo de tiempo para sacarle el mayor provecho, en otras palabras, puedes ir en búsqueda de rentabilidad. Define entonces el monto que destinarás a tu ahorro. 

 

2. ESTABLECE UN TIEMPO PARA CUMPLIR TUS METAS:

Es indispensable que definas desde ya el tiempo que te tomaría construir un capital para cumplir tus sueños, tiempo cumplido en el cual podrías necesitar o quisieras usar esos recursos, puesto que es importante que no los uses en otras cosas.

 

 

 

 

3. ESCOGE EL VEHÍCULO QUE SE ACOMODE A TU ESTILO Y NECESIDADES:

Puedes buscar asesoría con un experto que te guíe en este punto. Para escoger el vehículo donde realizarás tu ahorro debes tener presente:

· Identifica los plazos que te dan ¿Se ajustan al tiempo que definiste para tu objetivo?

· Para que puedas avanzar más rápido ¿Te permite hacer aportes periódicos y/o extras?

·  ¿Tienes disponibilidad de tus recursos en cualquier momento? Elige teniendo en cuenta que lo mejor es no disponer este ahorro para otras cosas que no sean el objetivo por el que lo iniciaste.

·  ¿Te dan beneficios extras? 

Ejemplo: un seguro mientras ahorras.

·  ¿La rentabilidad es importante para ti? Dependerá si quieres ahorrar y ver estable tu ahorro, o si quieres potenciarlo para sacar ventaja de la rentabilidad. Más adelante te contaremos lo que debes tener en cuenta para escoger el camino hacia la rentabilidad.

· Importante que te informes de los costos, comisiones y penalidades.

· Sin ir muy lejos ya puedes tener un ahorro de largo plazo, tu pensión por ejemplo, analiza ese ahorro en el tiempo que llevas activo laboralmente para que te des cuenta si tienes claros los puntos anteriores.

Aprovecha la seguridad que te da la experiencia que has adquirido, y toma la decisión de empezar hoy a hacer algo por tu futuro. Creemos que estás en el momento justo para buscar asesoría, hacer cálculos y planear, para que la vida que te mereces sea una realidad. 

La vida empieza cuando tomas consciencia que lo que quieres lograr esta a un paso, a una decisión consciente.

* Fuente: “Happiness, stress, and age: How the U-curve varies Across People and Places”
2016, On-line.